de paseo a BAMBOLINES (Valencia)

de paseo a BAMBOLINES (Valencia)

5 sitios para sentir Valencia camino a BAMBOLINES

Os quiero contar mi paseo para llegar a Bambolines, cinco sitios mágicos que puedes saborear paseando antes de llegar a Bambolines. Cinco rincones especiales, cinco imprescindibles. Diez minutos de paseo.

Soy una afortunada porque vivo en pleno corazón del barrio del Carmen, lo que me permite sentir la ciudad desde primera hora del día, llevar a los peques al cole y perderme entre las estrechas calles del barrio, con ese fresquito de la mañana y adoquines húmedos del rocío mediterráneo.

  • La Calle Roteros

A escasos metros comienza la Calle Roteros. Desde la Plaza del Carmen –que daría para otro post para hablar de sus restaurantes, y lugares…-, hasta la plaza de Serrano, para ver la inmensidad de las Torres que le dan nombre a las pronto llegaremos, no os preocupéis. La Calle Roteros hay que saborearla y disfrutarla. Cualquiera de sus bares, en especial L’Aplec, por sus platos pero sobre todo por su gente. Muy recomendable. Y justo enfrente un lugar mágico, el museo del corpus, gratis, donde los niños alucinan con “las rocas”, figuras que salen a la calle para celebrar el día del corpus.

 

Todas las mañanas la paseo de principio a fin, sería capaz de recorrerla con los ojos cerrados sabiendo en cada instante lo que tengo a los lados. Por las mañanas el sol se encuentra bajo, al fondo, molestando en los ojos a veces pero calentando lo justo por las mañanas. Y al finalizar otro rincón mágico de la ciudad: las Torres de Serrano.

  • Las Torres de Serrano

Plaza ancha que permite ver desde detrás lo que en su día fuera la salida de la ciudad y hoy da la bienvenida a infinidad de turistas de muchas y distintas lenguas. A pocos metros una amiga, Wakanda, tienda donde ir con calma para enamorarse de todo. Nada puedo aportar de las torres, muy conocidas por todos. Me gusta mirar cómo la calle Serranos se adentra en el barrio, y como montan las terrazas por las mañanas mientras otros muchos disfrutan de su primer (o último) café. Es cuestión de parar y observar el entrar y salir de gente, de miles y miles de historia que se entrelazan en un punto lleno de historia.

Bambolines se encuentra justo al otro lado del río, solo tengo que cruzar el puente. Pero si voy con tiempo, me gusta pasear por la calle Navellos. Su inicio en el antiguo cauce, poco después de las Torres de Serrano, su final en una de las plazas más bellas del mundo, y lo digo porque es verdad. De camino, bares, tiendas, calles estrechas que nacen con destino incierto. Y llegas. Es como una pequeña peregrinación en la que te das cuenta lo afortunada que puedes llegar a ser de poder visitarla cada día.

 

  •  La Plaza de la Virgen

De la plaza de la Virgen poco puede decirse más. Hay que vivirla, hay que olerla, hay que sentirla. La luz que tiene, la magia y devoción que esconde la basílica y la catedral. Al fondo la torre de el Miguelete. Hoy llena de gente, en marzo llena de flores y en mayo llena de emoción. Llegar, cerrar los ojos, respirar profundo, guardar la imagen y coger fuerzas para irnos a bambolines por el mismo camino. En pocos minutos llego paseando a uno de los rincones más bellos de la ciudad y que más secretos esconce.

  • El antiguo cauce del Río Túria.

Tengo que cruzar el río para llegar a bambolines, suelo elegir el Pont de Fusta (puente de madera), porque me permite pasear con calma, disfrutar sin coches y observar el río, el parque donde por la tarde bajaré con los peques, el carril bici, el carril running donde cuando puedo me escapo un rato, sus fuentes…. Y así se pierde. A mi izquierda camino al bioparc, a mi derecha camino hacia el mar pasando por la Ciudad de las Ciencias, y el parque Gulliver. En otro post os contaré cositas.

  • Jardines de Viveros

Cruzo el puente y ya estamos en bambolines, al comienzo de la Calle Alboraia, a escasos metros un lugar mágico dentro de la ciudad. Es cruzar su entrada y dejar de escuchar ruidos. No lo he comprobado, pero estoy segura que ni los móviles tienen cobertura. Los jardines de viveros. Con explanadas, parques infantiles, césped, antiguo zoo de Valencia donde todos hemos ido de pequeños con el cole, con un museo alucinante para los peques ¡¡con un esqueleto de dinosaurio!!, en abril con la feria del libro y en julio con conciertos, flores, árboles, un circuito para los peques con sus bicis, bares,….

 

Valencia tiene mucho, es bonita, es amable y es mágica. Pasearla y disfrutarla cada mañana es un lujo. Ya seas de aquí o vengas de visita, vívela en cada metro y en cada sonrisa de su gente. Y en una pequeña calle, cerca del antiguo cauce y vecina de Viveros está una tienda en la que, si quieres, te espera un café, zapatos y complementos para tus peques.

Gracias por estar ahí detrás. Si te ha gustado solo te pido que, antes de compartirlo y darme tu opinión, lo vivas algún día.

 Bárbara.

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